“Escribir es un psicoanálisis baratísimo.” (Carmen Posadas)
“Uno siempre escribe para aprender, para comprender, para saber, para intentar entenderte y entender el mundo.”(Rosa Montero)
El estado de escribir.
Me gusta llamarlo así porque cuando me pongo a escribir dejo de ser yo, me pongo en un estado determinado, , me concentro tanto que deja de existir todo a mi alrededor, las cosas, los sonidos, las personas que me rodean se disipan, en ese momento en mi mundo solo existe mi mente, mis manos y mi ordenador, es mi mente inconsciente la que escribe a través de mis manos. Cuando consigo estar en este estado, escribir se me hace fácil, no me cuesta trabajo, las palabras vienen solas, las ideas surgen a veces mezcladas, confusas, turbias pero van saliendo una detrás de otra como agua manando de una fuente.
Hoy os quiero contar el proceso por el cual consigo escribir un artículo.
A veces me ocurre cuando tengo que escribir una entrada para el blog que no tengo ni idea sobre lo que voy a contar. Me siento delante del mac
Primero me pregunto sobre que quiero escribir, que idea quiero transmitir , cual de mis pensamientos quiero analizar . Cuando tengo claro lo que quiero contar me paro unos minutos a pensar como comunicar esa cosa, ese sentimiento o esa experiencia.
Lo que hago entonces es escribir el título o palabra sobre la idea que quiero desarrollar. A partir de aquí dejo a mi subconsciente que me vaya dando las ideas, las frases mas adecuadas para expresar lo mejor posible mis pensamientos y sin pensar demasiado comienzo a escribir.
Voy escribiendo las frases según me vienen a la mente. A veces me vienen varias imágenes diferentes en las que el nexo en común surge mas adelante. Mientras, voy escribiendo, sacando las ideas de dentro de mi cabeza como el mago los conejos de un sombrero. En este momento el texto puede estar confuso porque hay muchos contenidos que no terminan de casar, son piezas de un puzzle buscando su sitio para que los dos cobren sentido; pero sigo escribiendo porque tengo la certeza que cuando termine el artículo las piezas habrán hallado su sitio y el puzzle estará completo.
Al revisar el texto, tengo que quitar muchas “y” de todas esas ideas que han ido saliendo y esta letra hacía de enlace entre ellas. Tengo que borrar frases de ideas repetidas escritas con diferentes palabras. Dos maneras diferentes para decir lo mismo. Otras veces prefiero dejarlas y así resaltar algo que me parece importante.
Antes de borrar estas frases me gusta observar el concepto desde diferentes posiciones, desde distintos ángulos, para así tener mas opciones donde elegir. De esta manera la idea se va cristalizando, va mutando, formándose y transformándose , se va haciendo mas profunda, mas grande, adquiere un significado que hace que empiecen a sobrar palabras.
Entonces comienzo a borrar.
Borro todo lo superfluo, todo lo que adorna, borro todo lo que hace que me distraiga de lo que quiero decir.
Me pongo en segunda posición, desde el lector e intento sentir lo que quiero que sienta cuando me lea. Si no consigo sentirme de esta manera, cambio alguna cosa, observo la idea desde otro ángulo y vuelta a empezar.
A veces , en momentos como este, no tengo que pensar mucho y todo va fluyendo suavemente.
Me he dado cuenta sin embargo de que si me tengo que esforzar demasiado lo que escribo no refleja el sentido de lo que quiero decir.
Si cuando me leo siento que algo de lo que he escrito me chirría y tras darle unas vueltas no consigo encontrar la frase adecuada con la que transmitir exactamente lo que quiero decir entonces cierro el ordenador y lo dejo para otro rato.
Si al releer el artículo vuelvo a sentir lo mismo lo que hago es borrarlo y rehacerlo desde el principio, porque ¿como voy a publicar algo que no logra complacerme a mi mismo?
Es necesario que esté relajado que no tenga prisa, dejarme llevar.
Una vez que tengo la idea principal me van viniendo otras ideas secundarias.
A veces está todo desordenado y tengo que ordenarlo para que todo el texto tenga una conexión.
Al principio presto poca atención a los signos de puntuación y a la ortografía, todo esto ya lo corregiré mas adelante porque si me dejo llevar por estos detalles se me escapan elementos que me parecen importantes de la la idea principal que quiero comunicar.
Según voy escribiendo busco ejemplos de lo que estoy contando; para mí son importantes porque me ayudan a darle un contexto al contenido y hacen mas fácil visualizar la idea principal.
Cuando llevo un rato escribiendo, muchas veces me vienen ideas sobre otros asuntos que me parecen atractivas para desarrollar en otras entradas del blog. Para evitar que se me olviden, tengo a mano un bolígrafo y un papel donde las voy escribiendo ,de esta forma voy consiguiendo mas material.
Si la nueva idea que me ha venido en ese momento me parece interesante, comienzo a divagar… me dejo llevar por ella, a ver hacia donde me conduce. Puedo pasar un buen rato en este nuevo pensamiento… Al cabo de un tiempo, cuando el nuevo boceto ya tiene forma pero todavía sigue siendo un boceto, lo dejo aparcado para volver a la idea principal.
Leo todo lo que he escrito, desde el principio. Lo leo varias veces y en cada una de ellas lo modifico un poco. Todo sobre la marcha. Le cambio una palabra a una frase, cambio una o varias frases a un párrafo, eventualmente borro un párrafo porque no me gusta como suena o añado un ejemplo para que lo pueda entender mejor.
Al final de este proceso el artículo ya tiene forma, he corregido todos los signos de puntuación y alguna falta de ortografía. si lo puedo leer de un tirón y me gusta como resulta, lo que he escrito coincide con la idea que quería transmitir, entonces se lo dejo leer a algún familiar o a algún amigo para que me dé su opinión sincera. Algunas veces les gusta tal y como está, otras me sugieren que borre o modifique algún párrafo porque no acaban de ver el sentido que le quería dar. Me tomo en serio su consejo y lo miro desde su perspectiva, se lo dejo a otro familiar para ver si coinciden en esa observación, si coinciden directamente lo borro o modifico si no es así me tomo un tiempo para decidir que hacer, finalmente teniendo en cuenta lo que me han dicho decido lo que creo es mejor.
Me gusta nutrirme de otros blog sobre desarrollo personal, de autores de libros de autoayuda, aprender de ellos. Cuando leo estos blog o leo estos libros evito durante un tiempo escribir en el mío sobre ese tema en particular; no me gusta sentirme influido por lo que ha escrito otro, si escribo en ese momento, estoy tan empapado de la forma que el autor ha dado a sus ideas que al escribirlas es como si le parafrasease.
Todos nos influimos mutuamente y cada uno somos como somos por toda nuestra circunstancia, pero cuando escribo quiero que las ideas sean mías , o al menos las sienta como mías y esto me ocurre cuando lo que he leído, lo que he vivido, lo que he aprendido ha pasado mis filtros mentales, se ha tomado el tiempo de reposo de los buenos vinos y poco a poco a calado en mí hasta el punto que cuando pienso en ello ya puedo expresarlo con mis palabras.
Después de visitar alguno de estos blog, de leer alguno de estos libros, mi mente se va saturando de ideas y consejos, llega un momento que no puedo asimilar más información.
Entonces paro.
Dejo lo que estoy haciendo y me voy a buscar alguna página de entretenimiento, necesito distraerme y eso me relaja, hace que mi imaginación me lleve a otro lugar, a otro momento completamente diferente, es como si mi mente viviese en varios mundos, en uno estoy aprendiendo sobre algo que me encanta y en el otro me estoy divirtiendo .
Me he dado cuenta que Muchos blogs y libros de superación personal vienen a decir las mismas cosas, nos cuentan lo mismo, pero dependiendo de quien lo escriba , de como lo escriba, hace que lo vea desde una perspectiva diferente, puede ser un matiz distinto, un diferente punto de vista , esa manera íntima de contarlo que no se puede imitar y hace que la idea adquiera otro significado, unas veces nuevo, otras que enriquezca el significado que ya tenía. Al seguir un blog durante un tiempo, voy viendo como piensa el autor, empiezo a sentir lo que siente y poco a poco voy empatizando con él, siento una conexión íntima, puedo sentir hasta su estado de ánimo en el momento de escribir el artículo, muchas veces lo que me está contando lo veo con una claridad asombrosa, siento que es algo que ya sabía , pero que con sus palabras me ha iluminado de la misma forma que el haz de luz de una farola alumbra un recodo en el camino. El recodo siempre estaba ahí, pero ha sido la farola con su luz la que a modo de lupa ha hecho que mi atención caiga en ese punto.
¿Y tú como haces para escribir tu blog? Me encantará que me lo cuentes.
MO