“Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes tienes razón”
Henry Ford

El blog.

Lo tenía en mente desde hacía mucho tiempo pero siempre lo dejaba para mañana, un día durante el curso de pnl nos dijeron que teníamos que preparar un trabajo para presentar a los compañeros relacionado con la pnl, podía ser un resumen de un libro, un teatro, una presentación, cualquier tema que tuviera que ver con pnl estaría bien. Me quedé en blanco.. no se me ocurría nada, estaba lo del blog pero… como lo iba a hacer, no sabía por donde empezar, como se hace un blog, como se maquetan textos , editan fotos, ¿sabría escribir? ¿interesará lo que tengo que decir? ¿Podré alimentarlo de forma continuada?,¿se reirá la gente de mí ? ¿no me expondré demasiado?, me surgían muchas preguntas, muchas dudas. Muchos miedos.
Antes habíamos hecho alguna clase sobre objetivos, entre otros había escrito “hacer un blog sobre desarrollo personal”, pero lo relegaba siempre a favor de otros objetivos a los que daba mas prioridad.

Era un miércoles del mes de marzo, el día estaba triste, lluvioso, tuve suerte y encontré aparcamiento muy cerca de donde teníamos las prácticas de Pnl. Sólo estaban Fátima la que nos daba las clases y Leire la ayudante en prácticas. Aprovechando que no había llegado ningún compañero, comenzamos con unas prácticas de anclajes, enseguida llegaron dos más y tuvimos que dejarlo para comenzar con el tema del día. Este, iba a tratar sobre el trabajo de fin de curso.
Primero teníamos que definir el objetivo del trabajo y sobre este objetivo hacer un POPS , (se trata de una herramienta muy interesante para ejecutar objetivos que te va dando una pautas sobre si lo estás haciendo bien o te estas desviando). Pero antes teníamos que saber sobre que iba a ser el trabajo y yo me encontraba totalmente vacío. Mis compañeros fueron exponiendo sus ideas, algunas de ellas muy buenas, yo, cada vez me sentía peor,  angustiado, ¿sobre que haría el trabajo?, no se me ocurría nada, en un momento dado, una idea comenzó a tomar forma dentro de mi mente…  la solté tímidamente “lo que me gustaría hacer realmente es un blog sobre desarrollo personal, pero no sé, es sólo una idea, me he pasado la vida leyendo libros, viendo videos, escuchando conferencias y es algo con lo que creo puedo ayudar a algunas personas”. Ya estaba dicho, lo había verbalizado. Todos me animaron a hacerlo,  no sabía ni por donde empezar pero comenzaba a ver claro que si tenía que hacer un blog, el momento era ese.
Continuamos la clase con una meditación guiada para que se definiesen los objetivos que queríamos cada uno. Durante la meditación cada vez lo veía mas claro, cada vez lo sentía con mas fuerza, tenía que hacer el blog. Al terminar, Fátima preguntó al grupo si alguien quería decir algo sobre la meditación.
Respiré profundamente y solté “ voy a hacer el blog” . La semilla estaba plantada.

Me despedí de todos, salí a la calle , seguía lloviendo, pero el día ya no me parecía tan triste, estaba feliz de mi decisión y con mi compromiso.

En ese momento me sucedió una cosa muy extraña, aunque muy normal cuando te comprometes con tus objetivos. En ese momento, mientras conducía hacia casa comencé a pensar en como iba a hacerlo, a mi cabeza comenzaron a llegarle un montón de ideas, una detrás de otra, varias a la vez, atropelladamente. Todas me parecían muy buenas, tenía tantas ideas que me daba miedo perderlas por no poder apuntarlas. Tan sólo media hora antes no se me ocurría nada y un momento después de decidirme no sabía que hacer con tantas ideas.

Maravilloso.

MO